Nació en Buenos Aires el 30 de diciembre de 1881, hijo de Juan Bautista Roffo y Antonia Gozzo. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en el año Junto a los profesores Horacio Piñero, Atanasio Quiroga y Juan B. Señorans demostró su interés por la ciencia. Con el profesor Telémaco Susini inició el estudio de la etiología y patogenia de los tumores malignos. En 1905, publica “Las nuevas ideas sobre la célula nerviosa” en la Revista de la Universidad de Buenos Aires. En 1903, ya era ayudante del Instituto de Anatomía Patológica, donde también fue preparador de química y en la misma época desempeñó el cargo de preceptor y ayudante de laboratorio en el Hospital Español.
El 10 de enero de 1910 presentó su tesis “El cáncer, contribución a su estudio” bajo el padrinazgo del doctor Telémaco Susini, trabajo que mereció diploma de honor y medalla de oro. La comisión examinadora, compuesta por los profesores Gandolfo, Viñas, Marotta, Salvador y Badía, a través del decano de la Facultad, doctor Eliseo Cantón, sugiere se contribuya a su publicación. El Honorable Consejo Directivo, en sesión del 21 de julio de 1910, resolvió costear su impresión. En tal oportunidad se expresó que era la más grande recompensa a la que podía aspirar el estudiante que sólo contaba con su tesón y entusiasmo por la investigación. Con el Dr. Roffo se inició en el país una nueva etapa en la lucha contra el cáncer; su trabajo aún hoy es conceptuado como una obra definitiva por eminentes hombres de ciencia del mundo.
Desempeñó varios cargos docentes como jefe de trabajos prácticos de Urología y profesor suplente de la cátedra de Anatomía Patológica. Se dedicó de lleno a la investigación experimental y clínica. Sus teorías inéditas sobre la profilaxis de la enfermedad despertaron un gran interés en el ámbito académico.
Un hito importante en la carrera del Dr. Roffo ocurre en el año 1913 en oportunidad de celebrarse en Lima el V Congreso Médico Latinoamericano y el VI Panamericano, al que concurre acompañado por su esposa como delegado del gobierno argentino. En este Congreso, Roffo presenta dos comunicaciones, “Cáncer experimental. Estudio sobre transmisión y tratamiento” y “Sobre la vulgarización de los conocimientos de cáncer y diagnóstico precoz”. La primera fue motivo de una conferencia en sesión plenaria con asistencia de los Presidentes de la Delegaciones Extranjeras y su impacto entre los oyentes fue de tal magnitud que el Prof. de Anatomía Patológica de Lima, Dr. Osvaldo Hercelles hizo la siguiente moción: “Séame permitido Sr. Presidente hacer uso de la palabra para felicitar calurosamente al Sr. Dr. Roffo, a ese gran creador del cáncer experimental en América Latina, para felicitarnos también nosotros como americanos, porque estudiosos de esta naturaleza honran al continente que los produce…En América, La Argentina con Roffo, nos da el toque de llamada, rodeemos a ese gran país y todos en conjunto procederemos a hacer el estudio del cáncer en la América…Propongo, pues, Sr. Presidente, la siguiente orden del día: Los delegados del V Congreso Médico Latinoamericano queden nombrados miembros del Comité para el estudio del cáncer en la América, procediendo de acuerdo con el Comité Central de La Argentina”.
En 1919 viaja a Europa junto a su esposa Helena Larroque de Roffo. En distintos congresos científicos realizados en capitales de aquel continente, se le reconoce como un valor mundial, y muchos gobiernos le otorgan distinciones.
Roffo era, por entonces, el principal especialista en el estudio y tratamiento de las enfermedades oncológicas de Latinoamérica, y poseía una vasta experiencia docente en la Facultad de Medicina de la UBA y en otras universidades del país y del exterior (Universidad de Santiago de Chile, Universidad de San Andrés de La Paz, Bolivia, en el Instituto de Estudios Panamericanos, Colegio Carlos Pellegrini, y en la Eastern Research University de Wilmington, Delaware, Estados Unidos).
Tuvo también la oportunidad, junto con su esposa, de conocer diversas organizaciones filantrópicas como la Liga Francesa contra el cáncer, que el matrimonio tomó como modelo para, de regreso en La Argentina, crear la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC). Fundada en 1921 y siendo su directora la Sra. Helena Larroque de Roffo, tenía como principal objetivo la obtención de recursos financieros para el nuevo Instituto y fomentar la comunicación en la prevención del cáncer .

En 1924 el Dr. Ángel Roffo, un promotor incansable de la salud pública, ya había publicado varios trabajos sobre cáncer y tabaco. Llego a confeccionar una cantidad importante de folletos y logro dar charlas en diferentes ámbitos de la comunidad alcanzando diversos e importantes establecimientos educativos.
Roffo fue parte del grupo internacional de investigadores que, en el segundo cuarto del siglo XX, enfocaron un tema biomédico sobre el cual abundaban la dudas, había escaso consenso científico y solo para algunos originaba un problema de salud pública. “Sin duda el Dr. Ángel H. Roffo presentó la mayor amenaza científica a la industria del tabaco antes de la década de 1950” Robert N Proctor.
A comienzos del año 1939, el Comité de la Liga Francesa Contra el Cáncer le otorga por unanimidad, el premio Guy Amerongen por sus investigaciones sobre la existencia de sustancias cancerígenas en ciertos alimentos. El doctor Claudio Regaud, del Instituto del Radium, de París Francia, dijo: “Usted ha honrado a su país; la Argentina puede figurar, gracias a usted, entre las naciones que están a la cabeza en el movimiento de investigaciones dirigidas contra las enfermedades malignas”.

El Primer Hospital de Oncología de América Latina
En el año 1919, finalizada la primera Guerra Mundial, Roffo es comisionado por la Academia de Medicina para estudiar la organización de los institutos de cáncer experimental en Francia, Inglaterra y Alemania. Esta designación estaba en consonancia con el nuevo impulso que había cobrado la construcción del Instituto de Medicina Experimental, siendo el candidato natural para su organización y posterior dirección. En 1921 publica en el boletín de la Academia de Medicina sus experiencias recogidas en Europa bajo el título “Informe sobre los institutos del cáncer en Europa”.
La piedra fundamental del nuevo Instituto fue colocada el 15 de noviembre de 1914 (en cumplimiento a lo resuelto el 5 de octubre por la Academia Nacional de Medicina) en una fracción de terreno de los barrios Villa del Parque y Devoto, perteneciente a la Facultad de Agronomía y Veterinaria y cedida para tal fin por resolución del entonces Rector de la Universidad de Buenos Aires, Dr. Eufemio Uballes con el apoyo del Decano de aquella Facultad, Dr. Schatz.
El terreno, de forma triangular, abarcaba una superficie aproximada a 4 hectáreas delimitado por 3 avenidas: San Martín, Tres Cruces (hoy Francisco Beiró) y Nazca. Los planos del nuevo Instituto fueron trazados por el arquitecto Gino Aloisi quien escogió como modelo al Instituto Nacional del Cáncer de Heidelberg (Samarithernhaus). El primer pabellón construido fue el pabellón Helena Larroque de Roffo, que originalmente fuera el Pabellón de Servicios Clínicos y Dispensario y luego el pabellón de Hombres.
El 19 de abril de 1922 abre las puertas a la atención de pacientes, pero a raíz de conflictos administrativos el Instituto de Medicina Experimental es fundado nuevamente por segunda vez el 7 de noviembre de 1922.
La tarea llevada a cabo por el Dr. Roffo durante los primeros años de su nombramiento como Director del Instituto fue gigantesca. No sólo  sumió por sí solo las tareas de organización y dirección, sino que además se ocupó
personalmente de supervisar las construcciones que se estaban llevando a
cabo, la compra de instrumental y aparatología, la búsqueda permanente, junto a su incansable esposa, de fondos para financiar los gastos, la elaboración de estadísticas, etc., desarrollando una labor investigativa extraordinaria. Entre 1923 y 1928 publicó una enorme cantidad de trabajos de  nvestigación en revistas de prestigio internacional como Les Néoplasmes, la Revista Española de Medicina y Cirugía, el Bulletin Assoc.Francaise pour l´étud du cáncer, Annales d´Anatomie Pathologique y The Lancet, entre otras. Pero su febril actividad no sólo se limitó al Instituto de Medicina Experimental: entre 1922 y 1928 fue designado miembro de la Comisión de Homenaje a Pasteur (1922), miembro de la Conferencia Sanitaria Nacional (1923), Presidente y fundador de la Sociedad Argentina para el estudio del cáncer (1924), miembro del jurado del Concurso Nacional de Ciencias y Letras (1925), organizador de la lucha regional contra el cáncer en la república Argentina (1926), vice-presidente de la Cruz Roja Argentina (1927), relator oficial a la IV Conferencia Sud Americana de Higiene, Microbiología y Patología (1927), miembro del Comité Nacional de Redacción del Index Analyticus Cancerologiae de París (1927), miembro de la comisión de recepción al profesor Dr. Henri Hartmann (1928), presidente y fundador de la Confederación Latinoamericana para el estudio del cáncer (1928), miembro del comité, redactor y fundador de la Internationale Radiotherapie, Besprechungswerk auf dem Gebiete der Rotgen-Curie-Licht und Elektrotherapie (1928), presidente en Argentina de la Federatio Internationalis Electro  Radiotherapiae (1928), por solo mencionar algunas.

Actividad científica

• 1910. Diploma de Honor de la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires.
• 1910. Premio “Facultad de Ciencias Médicas” a la mejor tesis por “El Cáncer, contribución a su estudio”, Medalla de oro y diploma. La Facultad de Medicina, por resolución del Consejo Directivo, costea la publicación de esta tesis en razón de su mérito y elevado costo.
• 1915. Premio “Al mejor trabajo” conferido por la Facultad de Ciencias Médicas en el año, por su trabajo “El Cáncer”. Medalla de Oro.
• 1916. Premio “Centenario de la Independencia”, Medalla de Oro al  Mejor trabajo inédito. Academia de Medicina de Buenos Aires
• Premio Nacional de Ciencias, por el mejor trabajo publicado en 1914. Por su trabajo “Cáncer Experimental” (Único trabajo premiado).
• Medalla de Oro y Diploma de Honor, conferidos por el  Congreso Internacional de Higiene. Roma 1912, por sus trabajos sobre  «Cáncer”.
• Medalla de Oro de la Exposición Internacional de Panamá, en 1915, por sus trabajos sobre “Cáncer”.
• Medalla de Oro y Diploma de la Exposición Ibero-Americana de Sevilla, por trabajos científicos sobre “Cáncer”.
• Gran Prix de la Exposición Internacional del Centenario de la Independencia del Brasil en 1923, por trabajos científicos sobre “Cáncer”.
• Prix Berraute de la Academia de Medicina de Paris, por trabajos científicos sobre “Cáncer”.
• Medalla de la Universidad de Bruselas, 1933.
• Condecoración “Cruz de Honor” conferida por el Gobierno Alemán  por Méritos científicos, 1933

Ángel Honorio Roffo fue nominado en 3 oportunidades a Premio Nobel
(1927-1937-1947)